“Las Macabeadas empezaron varios
meses antes en Argentina, donde el equipo se preparó y mentalizó para el
objetivo. Ya en Chile el plantel tuvo 10 días de concentración extrema y
eso se vio en la cancha, en cada partido, en cada entrenamiento, en cada
reunión, en cada salida, en los momentos libres, en las charlas en la pileta.
Siempre todos enfocados en el objetivo. La experiencia fue única, se jugó un
rugby de calidad y con eso se logró ganar la medalla de oro y terminar
invictos, ganándole también al equipo chileno invitado”, aseguró Yanco.
Además, Diego hizo un balance de
los Panamericanos de Chile: “Fue una experiencia increíble, un grupo
excepcional. Y el plus que tiene una Macabeada que es conocer gente judía que
practica tu deporte en distintos países. Y el resultado de esto último es
fundar la Jewish Rugby Association (JRA)”.
Además, contó sobre los Juegos: “Nosotros
los más grandes y que ya vivimos otras Macabeadas les transmitimos de nuestra
experiencia y vivencia a los más jóvenes y debutantes, que sería un evento
único, que no se lo iban a olvidar nunca más, así que si te digo que no
esperaba algo muy bueno como fue estos Juegos te mentiría, pero fue todo mejor,
tremendo, buena organización, buena onda, impecable”.
“Sin dudas lo que más me gustó
fue ver a los jugadores cantar el himno emocionados, no me lo saco nunca más de
la cabeza. Además disfrutamos mucho de verlos jugar, como dije antes
concentrados y atrás de un objetivo. Y obviamente la ceremonia inaugural”,
expresó.
Con respecto a lo que se viene
señaló: “El próximo objetivo es ir a Israel en el 2017. Llevar tres equipos. El
Junior (99/2000), el Open y el Master. Además que el rugby pueda ser un deporte
más visto y más practicado en nuestra comunidad. Que los chicos de otras
instituciones sepan que pueden jugar al rugby en Hebraica, que es un deporte
integral, de valores y que forma grupos”.
Y para concluir agregó: “Agradecerte
a vos por la difusión, a FACCMA por el inmenso apoyo que nos dio, al cuerpo
médico de la delegación, a Hebraica por supuesto, nuestra casa que es el club
de la mayoría de este grupo, a los entrenadores que viajaron y a los que no
pudieron pero estuvieron en la preparación previa, al San Isidro Club donde
pudimos entrenar y por supuesto al plantel, los verdaderos protagonistas de
este logro, al que felicito por el compromiso, la entrega, el sacrificio, las dos
medallas conseguidas y el reconocimiento por su impecable conducta. Gracias”.